El trastero, ático o habitación libre de tus parientes, amigos y ahora hasta de desconocidos (de pago o gratis), con los inconvenientes logísticos, las limitaciones de horario de acceso…sin mencionar los favores a devolver. Los garajes cerrados, cuya seguridad no suele ser nada buena, y que se pueden inundar fácilmente. Los guardamuebles tradicionales que usan cajas de madera o guardan directamente tus muebles en su nave sin más, que son convenientes si quieres que un servicio de mudanzas haga tu mudanza y guarde tus muebles, si tienes ninguna o poca necesidad de acceder a tus bienes, y si la seguridad (no sólo riesgos de robo, sino también de incendio e inundaciones) no te preocupa demasiado. Los trasteros (a veces llamados “boxes”) de self-storage tradicional, en edificios industriales, que son poco seguros (las informaciones de primera mano que tenemos lo demuestran) y pocos prácticos al encontrarse en plantas superiores o bien en planta baja, pero sin acceso directo en vehículo (hay que usar carritos, montacargas y recorrer largos pasillos). Los trasteros en módulos de almacenaje, de tipo “container” o contenedor marítimo, de Trastering: tienen las 2 grandes ventajas de tener una seguridad, tanto física como electrónica, muy superior a las demás opciones y de ser mucho más prácticos al poder aparcar justo delante de tu trastero con tu vehículo para poder cargar y descargar sin esfuerzos ni dolores de espalda y en un instante.